Cultura Startup – Post número 3, por Albert Siré
La verdad es que hace mucho tiempo que quería hacer este post. Porque, cuanto más conozco acerca del sector editorial, más me doy cuenta de lo mucho que se parece al del capital riesgo (que conozco mejor).
Me explico. De acuerdo con la RAE el sector del capital riesgo (Venture Capital, en inglés) es aquel que se encarga de invertir “en empresas basadas en la innovación”. Sin embargo, desde un punto de vista práctico, me parece más clara la definición de Wikipedia: "financiación de startups en fase de crecimiento con elevado potencial y riesgo".
Veamos más en detalle cómo funciona el mundo del capital riesgo (lo que nos permitirá conocer mejor las similitudes que podría tener con el mundo editorial).
Como hemos visto en la definición anterior, los inversores de riesgo buscan startups con alto potencial de crecimiento. ¿Por qué? Porque la probabilidad de que una startup fracase es muy alto. Expertos como los de Spain Startup han llegado a afirmar que el 90% de las empresas de base tecnológica no alcanzan los tres años de vida.
Por esta razón, lo que buscan los inversores de riesgo es ganar suficiente dinero con las startups exitosas como para compensar las pérdidas asociadas al resto (lógicamente, está afirmación tiene numerosos matices, pero para lo que pretendemos mostrar es útil).
Veamos con un ejemplo lo que trato de explicaros. Imaginemos unos inversores que han seleccionado un portafolio de diez startups y disponen de un capital de un millón de euros para invertir. En principio, el potencial de las empresas que van a participar es similar, por lo que deciden invertir cien mil euros en cada una.
De esta forma, la inversión quedaría distribuida de la siguiente forma:
Total 1,000,000 euros
Imaginemos que pasan siete años y las compañías se encuentran en la siguiente situación (los porcentajes podrían ser reales):
En este escenario, me temo que podemos afirmar que los inversores tienen un grave problema. Han perdido setecientos mil euros (7 startups*100,000) y los beneficios de las otras tres empresas no son suficientes para compensar esas pérdidas (son PYMES, su potencial de crecimiento es bajo).
Veamos ahora un escenario más alentador para nuestros inversores de riesgo:
!Ahora sí! Alcanzar escenarios como este es el objetivo del capital riesgo. Cuando los fundadores vendan la startup de alto crecimiento (lo que se llama "hacer un exit"), los inversores recuperarán sobradamente su capital inicial (el millón de euros), teniendo además unas ganancias muy significativas.
Bien, llegados a este punto, seguro que te estás preguntando la relación que puede tener todo lo que te he explicado con el mundo editorial. La respuesta es que, en mi opinión, la dinámica de inversión entre ambos sectores podría considerarse muy parecida:
El autor es la startup.
El inversor de riesgo es la editorial (aunque no estoy seguro de que utilice los mismos métodos que los inversores de riesgo para buscar startups).
La startup que quiebra es el autor que no vende.
La que se convierte en PYME es aquel autor que vende un número de ejemplares razonable, pero no suficiente.
La exitosa es el superventas (creo sinceramente que el ratio en este caso será inferior al 10%).
Es decir, cuando una editorial consigue un superventas compensa al resto de autores que seguramente no serán tan rentables.
Por lo tanto. la razón de que hoy en día las editoriales busquen lectores y no autores es que lo más importante para la mayoría de ellas es vender libros. Argumento que, sinceramente, me veo obligado a compartir aunque no me termine de gustar.